lunes, abril 13, 2009



Todo 11 tiene su 13, dice un lema no tan reciente de la revolución bolivariana. Yo diría que todo vacío de poder tiene su golpe. En estos días de profunda disonancia, de angustiosa contemplación de monólogos resonantes, queda en duda cuál es la función y el propósito del canto de la moneda.

Queda muy claro, por lo general, cuál es la función de la cara y del sello, que en medio de los azares de la historia se ubica en reposar oculto o en mostrarse. El rol complejo y poco relevante de la política electoral en nuestras vidas se manifiesta como el giro de una moneda, mientras que queda en duda si el canto es la representación de la distancia mínima entre dos lados opuestos o el enlace entre aspectos que se dan existencia mutuamente.

Disculpen la pesadez, pero así se ponen algunas personas ante tanta polarización. De nuevo se reviven los asesinatos, se repiten los vídeos de las ejecuciones realizadas durante las manifestaciones del 11. Las vejaciones del brevísimo gobierno de Carmona. La absoluta locura que se apoderó de un país por unas horas, de unos por despecho y de otros por euforia.

El sentimiento de revancha sigue allí presente. La sensación de que cualquiera de las dos caras de la moneda está dispuesta a todo para dejar de reposar oculta sobre la mesa para relucir y colocar a su hermana en las sombras. El canto; sin embargo, siempre está en la misma situación, puede cambiar su orientación ligeramente al darse las acciones de opuestos rivales; pero poco representa en el giro de la moneda.

Quedan dudas, frente a la condena de un par de policías, de cuáles son las responsabilidades en juego, quiénes los responsables y cuál es la magnitud del daño hecho en aquellos días. Dentro de la sana convivencia queda muy claro que la cacería de brujas realizada el 12 de abril no ayuda en nada como recuerdo a contar en las filas de la oposición a demasiados ex oficialistas. De la misma forma, los eventos ocurridos en la embajada de Cuba - más allá de lo simpática o antipática que pueda resultar la injerencia del país antillano en nuestros asuntos – representan un testimonio de la falta de civismo de quienes reclamaron para sí, en su momento, la exclusividad de la educación y de la moral.

Pero claro, nunca puede quedar por fuera el uso constante – aparentemente legítimo – de la denominación de golpe de estado de los eventos que dieron lugar al finalmente nombrado Carmonazo. La acusación constante hacia los medios como responsables directos, únicamente a través de los medios da un poco de escozor. Las acciones legales en contra de todos los conspiradores, fascistas y golpistas asustan y no precisamente por su precisión. Quienes ayer acusaron y hoy acusan a diestra y siniestra han sido profetas de magnicidios que nunca ocurrieron, de masacres nunca ejecutadas, de bombardeos que parecen más asociados con Pegaso que con B-2 Stealth, de acciones bélicas más cercanas a Aragorn que a Collin Powell.

A veces, quisiera poder consultar la literatura de Tolkien acerca de la Tierra Media para entender la dinámica de fantasía de nuestro conflicto. Porque parece que en lugar de diálogo político se realiza un duelo mágico entre hechiceros que fabrican la existencia con mantras poderosos. Se transforman ciudadanos comunes en fascistas asesinos con una mera acusación, luego los otros transforman en simios irracionales a sus rivales. Así, entre hechizos de transmutación y duelos de conjuración, los hacedores de sueños y pesadillas nos hacen pensar que sus palabras son importantes para nosotros. Casi de la misma forma que nos deberían parecer bonitas las actrices de telenovela – es un asunto que raya en la obligatoriedad, a pesar del botox, el raquitismo y el exceso de polímeros en el cuerpo – y para las féminas en los actores, quienes no cuentan con menos de los parapetos anteriores, aunque podría sustituirse el raquitismo por los anabolizantes.

En medio del show/duelo de espectáculos de ilusiones y fantasías, algunas cajas mágicas han dejado a los dulces voluntarios picados por la mitad. Ahora - aún - la moneda parece haber sido lanzada al aire nuevamente.

¿Cara o sello?


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