sábado, agosto 28, 2010


No me gustan las teorías de conspiración. Que si la invasión, la CIA y la culpa es de la vaca. Nada de eso. Me gusta cuando la gente asume sus responsabilidades, se deja de tonterías y empieza a echarle bolas al asunto. Sin embargo, últimamente ando preocupado porque sospecho que hay un organismo de inteligencia venezolano y me tienen pillado. Desde hace un par de meses me empezaron a mandar la programación mensual del Teresa Carreño. Y ayer me llegó una invitación a la Red de Escritores del ALBA. Es decir, saben que soy un tipo que se las da de intelectual y mandándome esos correos me quieren hacer saber que saben quién soy. Es un "estás pillao" digital, o algo por el estilo. Por supuesto, deben haber leído este blog, probablemente hayan fruncido el ceño cuando dije que nuestro Presidente era una rata, pero de pana que lo dije como un gesto de cariño y jamás lo hubiera hecho despectivamente. Todo el mundo sabe que "rata" en el bachillerato era algo bien fino y que mientras más rata eras mejor. Otra cosa que de repente no le gustó a la gente de la Agencia de Inteligencia Venezolana, en adelante AIV, que anda detrás de todo esto, fue cuando hablé de la nacionalización de la voluntad política, el rechazo al monopolio de la incompetencia por parte del Estado, mis críticas a la ciudadanía caraqueña, el desprecio que muestro por la manipulación política y emocional del pueblo venezolano y mi cinismo gratuito hacia muchas de las cosas que podrían ser consideradas buenas, tanto por la gente que financia la AIV como por la gente que está siendo perseguida por la AIV.
Insisto, a mi no me gusta andar de paranoico, pero esto es obviamente obra de espionaje venezolano. ¿Cómo van a mandar el programa del Teresa Carreño justo cuando no estoy en Venezuela? ¿De dónde sacaron que me gusta ir al teatro o que me gusta escribir? ¿Cómo consiguieron mi correo? ¿De dónde sacaron que soy escritor?
No señor, esto está bien raro. Bien, bien raro. Pero insisto, que de verdad yo no soy así tan opositor como ellos creen, yo soy más bien de izquierda, hasta sería anarquista si no fuera tan flojo. Sólo que estoy en desacuerdo con las arbitrariedades del Presidente de turno, la corrupción descarada del funcionariado, el despilfarro de los fondos públicos, la insolencia de algunos voceros del Gobierno, la desidia con la que se administra Caracas, el descuido del espacio público y que siempre le anden echando la culpa a otra gente de todos los errores cometidos. En el fondo, es una autocrítica, de verdad, no me considero escuálido, porque a pesar de que soy blanco cuando no llevo sol, apenas me pega un rayo de sol me pongo como marroncito. Ahora me doy cuenta de eso aquí en Europa, donde la gente que es blanca es blanca en serio, y eso sí que es bien escuálido. No me tomen por racista, solo que me parece más bonita la piel cuando tiene algo de color. Sé que mis amigos opositores verán esto como una suerte de salto atrás, de falta de heroísmo e incluso cobardía. Pero verán, mi posición siempre ha sido clara, estoy en contra de la polarización, del odio, del racismo, la xenofobia y la arbitrariedad. Si el que contribuye con eso es miembro del PSUV o de Primero Justicia no hace ninguna diferencia para mí. Siempre que alguien tenga una cuota de poder, por mínima que sea, merece ser sometida al escrutinio del cinismo. El poder no es cómodo, o en todo caso, no debe serlo. Incluso la omnipotencia acepta la existencia del pecado. Y ese gesto de humildad divino es solo un ejemplo.
Yo seguiré en esta esquina, incluso desde la distancia pensando en ustedes cada día. Leyendo cada vez la programación del TTC. Imaginando la sonrisa de un funcionario del AIV leyendo esto, en una oficina secreta.